NOS VEN

Tuesday, August 29, 2006

Kazuo: mi hombre de paz


Para empezar a escribir esta nota tuve que conseguir un trapo, pues las letras del teclado estaban húmedas por esa lágrima que cayo solita y sin aspavientos de mis ojos al recordar la cara de mi hijo recién nacido.

Fui testigo de cómo vino al mundo, todo frágil con sus 51 centímetros y 3.800 kilos dando su primer llanto a las 10 y 44 de la mañana para decir: presente papá, aquí estoy... mírame.

Pensé que iba a estar más nervioso, escuché a muchos padres decir que el momento del parto es único y se te borra el casette de la emoción, tanto así que te tienen que avisar para tomar fotos sino se te pasa a la volada.

Mi hijo no quiso escuchar a la naturaleza y nació por cesárea. Hasta ahora no me explico cómo pudo entrar en la barriga de mamá, pero cuando salió,todo erguido y rebosante, supe que al menos cómodo estuvo los nueve meses.

Hoy Kazuo tiene diez días pero parece que fueran meses. Las ojeras volvieron a mi vida como en los exámenes parciales de la universidad y esta vez por un periodo más largo. Se levanta tres veces en la madrugada para reclamar lo que es suyo: una bien proporcionada ración de leche materna cabeceada con la artificial por falta de capacidad líquida, que según la "constructora", se irá ampliando con el vaiven de los días.

Tengo que aprender a descifrar su llanto, solo de esa forma me puede decir que tiene frio, calor, sueño o hambre... que le duele la panza o no puede respirar bien. Todo suena igualito... ñaaaa ñaaaa.

A contra parte está su sonrisa, sus ojazos vivos con chispa de vida, su alegría con el baño y su saciedad con el alimento. Que mostra esta nueva faceta y que complicada a la vez. Cambio y fuera.

1 comment:

mimi130102 said...

snif snif ... paaaaalaaa... sin palabrass.. es una de las cosas mas cheeeres ke he leido en mi vida.. de verdad.. snif snif