NOS VEN

Thursday, August 31, 2006

El abogado, el abuelo, el ejemplo.



Tío como podré contarte mi felicidad y esperar que puedas ser parte de ella, si un cúmulo de sentimientos encontrados rodeó mi mente cuando me enteré de tu partida. El nacimiento de mi hijo colmó mis alegrías y tu deceso dos días después opacó mi completa felicidad.

Por coincidencia estos últimos días estuve pensando en ti, en el provecho que hubiera sacado a tus conocimientos y el amor que me hubiera generado tu pasión por esa tierra amable y generosa llamada Piura.

Buscaba en internet alguna información tuya para cuando vaya de visita en diciembre y veas que me preocupo por saber lo que te pasa. Hoy te confieso, porque sé que leerás estas líneas al costado de mi tía Augusta, que las pocas veces que trancé palabra alguna contigo, yacía temeroso y fascinado a la vez. Escuchándote relatar las experiencias del viejo amador de los libros y transmisor de conocimientos en generaciones a través de la pedagogía y el periodismo.

Tío Pepe, incluso había pensado hacer un artículo para la revista que escribo en Japón y enseñarle a todos los lectores, las proezas del peruano del milenio llamado Grau, a quien tanto tu investigaste.

De niño admiré tu poder (no el económico sino el intelectual), crecí con tus logros y por inculcación de mis abuelos, siempre traté emular tus pasos.

Luego de ver el hondo pesar que causaste al irte (así tan de repente), brisado en reconocimientos de la población y la cobertura de los medios de prensa piuranos, sólo hace que termine por admirarte más y me esfuerce por investigar el mínimo detalle de tu gran obra en vida con el afán de que mi descendencia logre admirarte tanto como yo.

Tío, no pude contarte del nacimiento de mi hijo, pero creo que tu ya lo sentías, es más puedo imaginar tus palabras llenas de sabiduría y buena fe diciéndome: “Sobrino Milo, cuida mucho a mi sobrino bisnieto Kazuo, hazle sentir pasión por la lectura y siembra en él: amor... nada más que amor”.

Así lo haré maestro José.

PD: Nunca olvidaré ese aroma de almendras en el patio de tu casa, pero más aún, nunca olvidare verte conversar con mis abuelos. Sentados allí como zafando del tiempo, orgullosos de ver jugar alegremente a sus nietos.

Tuesday, August 29, 2006

Kazuo: mi hombre de paz


Para empezar a escribir esta nota tuve que conseguir un trapo, pues las letras del teclado estaban húmedas por esa lágrima que cayo solita y sin aspavientos de mis ojos al recordar la cara de mi hijo recién nacido.

Fui testigo de cómo vino al mundo, todo frágil con sus 51 centímetros y 3.800 kilos dando su primer llanto a las 10 y 44 de la mañana para decir: presente papá, aquí estoy... mírame.

Pensé que iba a estar más nervioso, escuché a muchos padres decir que el momento del parto es único y se te borra el casette de la emoción, tanto así que te tienen que avisar para tomar fotos sino se te pasa a la volada.

Mi hijo no quiso escuchar a la naturaleza y nació por cesárea. Hasta ahora no me explico cómo pudo entrar en la barriga de mamá, pero cuando salió,todo erguido y rebosante, supe que al menos cómodo estuvo los nueve meses.

Hoy Kazuo tiene diez días pero parece que fueran meses. Las ojeras volvieron a mi vida como en los exámenes parciales de la universidad y esta vez por un periodo más largo. Se levanta tres veces en la madrugada para reclamar lo que es suyo: una bien proporcionada ración de leche materna cabeceada con la artificial por falta de capacidad líquida, que según la "constructora", se irá ampliando con el vaiven de los días.

Tengo que aprender a descifrar su llanto, solo de esa forma me puede decir que tiene frio, calor, sueño o hambre... que le duele la panza o no puede respirar bien. Todo suena igualito... ñaaaa ñaaaa.

A contra parte está su sonrisa, sus ojazos vivos con chispa de vida, su alegría con el baño y su saciedad con el alimento. Que mostra esta nueva faceta y que complicada a la vez. Cambio y fuera.

Monday, August 14, 2006

A kilómetros de distancia, a un click de su corazón.




Amor: Es el acto en el cuál dos personas se soportan hasta que la muerte o el amor mismo los separe. Dícese de la persona que le aguanta un pedo a su cónyuge sin moverse del asiento y se arrepiente (por una hora) de haberle dado el sí en el altar o en la cama.

Imagínense escuchar a su hija de 17 años que lo va a hacer abuelo gracias a una travesura con el enamorado que conoció hace tres meses en sus vacaciones de verano por Máncora; o tal vez, mucho más jocoso, imagínense que su amiga y chochera, a la que nunca se le vio un enamorado (no porque no tenía sino porque la sabía hacer jaja), venga a trabajar nuevamente y te diga que en sus fugaces vacaciones de fiestas patrias se casó con un australiano de dos metros y car’e buena gente. Bueno pues... no se lo siga imaginando, la segunda opción es verdadera.

Guauu, como para no creerlo, again. Uno a uno los compañeros de trabajo fuimos desfilando por la PC más asediada, la suya of course, creyendo a través de cada foto como acabó la soltería de la negra en una simpática municipalidad de Magdalena, la rica Magdalena de los Nosequién y Nosecuánto.

Ahora si quedo convencido que el amor por internet es posible. Claro, ayudado por un encontron pre-nupcial, como para evitar las arrepentidas de último momento. Que linda historia de amor, que fascinante por lo oculta que se mantuvo y por lo fugaz de su ejecución.

El idioma universal del amor una vez más nos demuestra que no existen fronteras, y si las hay, sólo se circunscriben al tamaño del corazón y la intensidad con la que se ama. La intensidad de un corazón amado.

PD: Nunca es tarde para aprender ingles. En el británico está 2 x 1.

Thursday, August 10, 2006

Fuerza Manucci


En mi larga estancia por tierras trujillanas tuve la oportunidad de sentir lo que muchos mueren por sentir: la felicidad. Es que en mi infancia pasé momentos poco olvidables y aún con mi sutil condición económica pude comprobar que para ser feliz no es necesario tener un sólo mango en el bolsillo.

Aunque confiese que soy hincha de Sporting Cristal, quien me dio el placer de ver por primera vez fútbol en vivo fue el Carlos A. Manucci de Trujillo. Si señores, la hasta hace poco apacible capital de la primavera, tuvo en Manucci al equipo con más arraigo por esas tierras.

Recuerdo que los partidos se jugaban a las 4 de la tarde, con un sol espectacular y el Mansiche lleno de bote a note. Salía de mi casa sin permiso a las 3, cogía un ENATRU que me dejaba gratis en la puerta del estadio, le hablaba al chofer y me decía que vaya hasta el fondo del micro, donde todos los escolares se sentaban a joder... luego formaba una colita y a la voz del Boqui (jefe de barra Carlista) nos disponíamos a entrar haciendo bastante bulla.

Qué trinchera, comando ni que ocho cuartos, esa era la barra, compuesta por 60 personas que alentábamos sin parar hasta -los 15 minutos del primer tiempo- que me quedaba sin voz y con los dedos chancados como verán más adelante.

Comenzaba el partido y la tribuna era un espectáculo aparte, reventaban los cuetones en el baño, pasaban delante tuyo los maniceros y vendedores de gaseosa tapándote las mejores jugadas, habían goles, bastante lisura y Oscar Ibáñez empezaba a destacar en el fútbol peruano. Siempre los mismos personajes, con distintos apellidos pero los mismos siempre.

Mi función en la barra era simple y llena de diversión, a la entrada nos daban dos tablitas para sonarlas fuerte al compás de los cánticos en el partido, así que no era dificil reventarme los dedos en el intento. Una banda de músicos tocaba marinera en la tribuna del frente y pese al arroz con mango musical el ambiente pelotero se vivía a 1000.

Los clásicos "oles" y "fuerza manucci" o el "fuera mierda" ante una falta eran mis frases favoritas, no es que las decía en todos lados, sino que en la barbarie del fútbol y ante el condicionamiento de los resultados en contra todos aprendían "frances" del fino.

En el entretiempo saboreaba los anticuchos de pancita al costado de un tumulto de gente. Hasta ahora me pregunto ¿cómo diablos quedaban vacías las tribunas en el descanso?; ¿cómo hacían para entrar todos los espectadores en los pasillos y el baño?.

En el estadio no conocía el nombre de nadie, tenía memorizado las caras de todos los barristas pero de allí a saber como se llamaban era medio dificil. Lo único malo de las barras, a nuestra edad, era que en cada gol del equipo local aparecíamos por el piso. La avalancha de gente simplemente no respetaba nada.

Aún así, todo era felicidad. Sin un sol en el bolsillo pero henchido de satisfacción por aprovechar un domingo de esa manera regresaba a casa dispuesto a recibir el castigo por creerme independiente a los 12 años. Mamá nunca me levantó la mano, pero los zapatasos que me lanzaba dolían más.

Yo por dentro sólo atinaba a decir: ouch como duele pero que tal golazo de Juan Caballero... ouch me sigue doliendo pero que tal atajadon de Ibañez... ouchhh, fuerza milo... Fuerza Manucci.

Wednesday, August 09, 2006

Aprender a decir que NO.


Una de las muchas situaciones jocosas, poco suertudas y entretenidas que he vivido han sido producto de mi negativa a la negativa, a no saber decir en muchas ocasiones NO GRACIAS o simplemente gracias y terminar aceptando cosas que me desagradan.

Como en la oportunidad que fui a sapear a una peluquería -esas de metrosexuales- por insistencia de Chechi. Entré junto a ella y ni bien di un paso más, la puerta -esas que tienen 'resortes atrapa clientes'-, se cerró misma película de terror y no me quedó más que preguntar a cuánto el cortecito.

Ya con la yuca adentro refunfuñaba el tener que pagar cinco veces más que mi peluquera de la Av. Constructores. Hay caracho, ahora que me acuerdo... eso si era servicio: tenía mi molde exacto, me daba masajitos, hacía un espectacular lavado de chimba antiestrés y todo por una mano.

Luego de terminar mi incursión en la peluquería coffiure fashion ya no ya noté para mi descontento, que el resultado era el mismo que el de siempre (pero mucho más caro). Obvio, creía acaso que podían arreglar mi indomable e incurable pelo lacio espinoso?. Todo por no voltear luego de preguntar el costo o simplemente decir "ya okey, gracias" y salir pese a las miradas de los clientes apostados en el lugar.

Algo parecido sucedió un par de meses atrás en un restaurante donde las ganas de comerme un bien proporcionado y poco nutritivo menú se esfumaron cuando supe que el lomito saltado costaba como buffet en la Costa Verde. Pero oh no, otra vez, para mi mala suerte ya estaba sentadazo, con el vaso de chicha morada por la mitad y la moza buena moza con el lapicero en la mano leyendo mis labios.

No sé si fue descuido mío o una buena estrategia de marketing pero el hecho es que caballero nomás, a pedir se ha dicho. Por Dios que en ese momento me entraron unas ganas de hacer dieta pero al final todo costaba lo mismo. Terminé mi plato con desgano y tuve que pagar sabiendo que en las bochas o el geto, sabían más rico y costaban la mitad.

Después de estos incidentes he aprendido a decir no a todo (lo que no me conviene). Especialmente si me piden prestado plata, voy a una peluquería ficha o me invitan al Aura o al Voce.

Un NO puede sonar descortés pero a la vez evitarte varios disgustos. Por eso...aunque un poco tarde: MAMÁ YA NO QUIERO SOPA. He dicho.

Thursday, August 03, 2006

La espera desespera



Son los ocho meses y medio más largos de mi vida. Faltan muy pocos días para que nazca mi hijo y la ansiedad se mezcla sigilosamente con la preocupación. Junto a Cecilia, mi pequeño gran amor, hemos visitado miles de páginas web con temas de maternidad, embarazos, nutrición y psicología prenatal. Nos hemos preparado lo suficiente para no ser unos ilustres ignorantes durante el embarazo, la doctora que lleva los controles ya se cansó de responder cuanta inquietud pase por nuestras mentes y los famosos "dicen que", terminan por confundirnos más en esta fabulosa etapa febril.

Mi madre dice que coma eso, su madre dice duerma así, las amigas opinan diferente y un signo de interrogación grandazo se forma en mi cabeza grandaza también.

Antes cuando estaba sólo nomás quería saber cuando era quincena y fin de mes y nuevamente quincena. Ahora cuento los minutos, las horas, me como las uñas, le beso la panza, le hablo, estoy pendiente de su vaso de leche... y eso que no ha nacido.

Francamente debe ser alucinante criar un hijo. Pues él dependerá de tí hasta que dependa sólo y sobre todo hasta que se defienda sólo. Estoy preparado para el reto, al menos tengo la oportunidad de cometer pequeños errores antes de que empiece a hablar, porque después ante la menor falla juacate los reclamos.

Cuando recién supe que iba a ser padre, un temor absoluto invadió mi paz absoluta, como confesión diré que recién al sexto mes tuve conciencia de lo que estaba pasando y ahora a pocos días de tenerlo en mis manos sé que valió la pena tanta ansiedad. Dios quiera que todo termine bien.

Wednesday, August 02, 2006

El Mundo Calamaro


Es para mí, el pastrulo más querido de la tierra. Con esa voz aguardientosa pero llena de verdad, ha sido testigo de innumerables situaciones en mi vida. Calamaro es un artista completo, no cantará bien como dicen algunos pero tiene las palabras correctas para hacerte (in)feliz. En sus canciones propone pedazos de mi vida o tal vez (que obstentoso he sido), calza pedazos de vida que tenemos todos nosotros.

Su mejor álbum fue Honestidad Brutal y vino en partida doble. Este loco es un cantante por amor a la vida, ha subido 300 canciones totalmente gratis en las páginas web, se lanzó con un disco quíntuple para los súper Calamaristas y nos tiene en ascuas con una nueva producción que la realizará cuando le pegue en gana.

Querido Calamaro, Andrés porsupuesto, gracias por cambiar mi ánimo con tus canciones, cuando las escucho, esté alegre o enojado, me pongo flat y sintonizo tu energía, esa que buscas lograr en nosotros, tus humildes seguidores... los salmones*.


*El salmón es una producción en la que pone toda su irreverencia al servicio de la música, metaforando con este pez terco y obstinado que lucha contra la corriente para dejar sus huevos y poder subsistir.

Embala pa cruzar la pista


En el cruce de las avenidas Bolivar y Universitaria (frente a la Universidad Católica del Perú), hay un despelote que me saca de quicio cada vez que deseo tomar una combi de china para ir a Plaza San Miguel.

En una de las cuatro esquinas están pintadas las respectivas rayas blancas para que los peatones puedan cruzar sin problemas la pista, pero "vaya problema", nunca contamos con tiempo disponible para pasar porque ni bien para el tráfico que va de La Marina a Comas empieza el que viene de Bolivar con destino a la Universidad San Marcos pasando por el mismo lugar.

Yo no tengo problemas para meterme un carrerón, la joda empieza cuando tengo que cruzar con mi familia. Los hago correr como ganado en puna y los abuelos reumáticos ya no están para esos trotes carijo. Entonces porqué miércoles pusieron esas rayas blancas si por allí no podemos cruzar... acaso no puede darse cuenta de eso la municipalidad de Pueblo Libre?

Creo que esta gente del municipio, embuída en campañas electorales y reeleccionistas, se preocupan más por inaugurar que por reparar las cagadas que tanto nos tienen acostumbrados. Sí, ya sé que un par de atropellitos recién los hará reflexionar... pero por qué no cambiar esa pésima costumbre de poner el parche cuando ya reventó el chupo.

Los putos taxistas 1


Como todo en la vida siempre hay de todo... un poco. Quisiera empezar mi serie de estresados reclamos con el trato que nos dan los taxistas y que a veces les damos nosotros con la misma gratitud.

No les ha pasado que cuando paras un taxi y preguntas por la tarifa del lugar al que vas te ha dicho: ¿cuánto me pagas? y luego de escuchar tu poco atractiva oferta (hay que cuidar el bolsillo), acelera, se larga y te deja con la cara al aire, hecho un huevón y sin derecho a réplica.

Es para no creerlo, que le cuesta decir no me conviene o no me es rentable... que les cuesta decir. Obviamente el roche es mayor cuando tu estas con una chica que recién conoces... osea por dártela de canchero y querer ahorrarte un par de soles al final quedas como misio ante ella y lo peor, que para colmo te diga: ¿porqué mejor no nos vamos en micro?. jaja.

Así son estos patas del volante. Aunque también hay de los otros, los que saben ser amables y honrados. Te ponen una sonrisa y no tienen cara de secuestradores ni "violines". Pero te cobran bien caro.

Lo que me da la gana

Hola, cómo están. Muchas gracias por leer estas líneas. Espero que mi escritor interior sea de tu agrado, aunque verdaderamente me interesa que lo sea del mio, pero... en fin. Lo que quiero es no quedarme en la oscuridad del silencio y de esta forma decir lo que me venga en gana. ¿Qué si sé hacerlo? bueno... veamos. Al menos trataré.